De acuerdo con el Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental, la temperatura ideal dentro del hogar debe situarse entre los 20º y 25º.

Sin embargo, del mismo modo que «nunca llueve a gusto de todos», nuestros sistemas de climatización, en ocasiones, tampoco calientan nuestros hogares o lugares de trabajo a gusto de todos.

Y es que, evidentemente, no todas las personas tenemos la misma sensibilidad o sensación de frío y en consecuencia exigimos un rango de funcionamiento determinado a nuestro equipo de calefacción, subiendo o bajando la temperatura que necesitamos, dependiendo además de otros factores como las condiciones climatológicas del exterior.

En lo que seguramente todos estaremos de acuerdo, es que con la llegada del frío encender nuestro aire acondicionado con bomba de calor o estufas para conservar un ambiente agradable y contrarrestar el frío es algo fundamental y necesario.

¿Pero, cuál sería el uso correcto de nuestros sistemas de calefacción?

Un uso incorrecto de los aparatos de climatización y por lo tanto un exceso de calor pueden dar lugar a problemas de salud. Conforme hemos mencionado al principio de este artículo, lo ideal es mantener una temperatura intermedia de 23º durante todo el día.

Algo que debemos de tener en cuenta es que una vez superados los 25º, las fuerzas del sistemas inmunológico pueden verse resentidas, llegando a causar deshidratación, dolor de cabeza, infecciones o problemas respiratorios, así como problemas cutáneos o tos.

¿Por qué es recomendable utilizar un sistema humidificador?

El nivel de humedad en el ambiente también juega un papel fundamental, ya que muchos problemas de salud aparecen cuando el ambiente es demasiado seco. La sequedad del ambiente será más pronunciada conforme las temperaturas sean más altas.

Para prevenir estas situaciones, es muy recomendable el uso de un pequeño humidificador. Y es que un ambiente demasiado seco puede provocar problemas en la mucosa respiratoria, alergias y asperezas o irritaciones en la piel. Uno de los indicadores que alertan de esta situación y de una alta temperatura en sitios cerrados es el inicio del picor corporal.

Conclusión

Disfrutar de una temperatura agradable y confortable no significa, ni mucho menos, conectar la calefacción al máximo de potencia. Recuerda que por cada grado que superamos la temperatura media aconsejada, no solo podrían aparecer los problemas de salud que hemos comentando, sino que además, el consumo de energía se dispara considerablemente, por lo que tanto tu salud como tu bolsillo agradecerán el uso moderado de tu sistema de calefacción.